JACA (HUESCA), 12 (EUROPA PRESS)
El Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM) regresa a España tras su expedición a la Patagonia chilena donde han ascendido el cerro San Lorenzo y probado materiales y procedimientos. El equipo lo han conformado 14 militares –nueve chilenos y cinco españoles– más un cámara civil, que han afrontado durante casi un mes condiciones meteorológicas extremas.
Los objetivos marcados por el director de la Escuela Militar de Montaña y operaciones Especiales (EMMOE) de Jaca y jefe del GMAM, Mariano Alonso, una vez establecidos contactos con el Ejército Chileno, eran alcanzar una cumbre prestigiosa en la Patagonia y estrechar los lazos de amistad e intercambio de conocimientos con las “unidades gemelas” del país sudamericano, ha informado la EMMOE.
Asimismo, se proponía experimentar y actualizar las técnicas y materiales de vida y movimiento en zonas de frío extremo, iniciar un proyecto de investigación sobre el empleo de la Inteligencia Artificial (IA) para la toma de decisiones en situaciones de estrés en montaña y aumentar el prestigio de las capacidades de las Fuerzas Armadas al explorar y reconocer zonas montañosas y de difícil acceso.
Otro de los intereses de la EMMOE y el reto del GMAM era experimentar y elegir los materiales necesarios para arrastrar trineos en terreno nevado, ligeramente llano y con condiciones meteorológicoas adversas, experimentar canoas anfibias tipo ‘packcraft’ y probar los últimos avances en ropa de frío.
En cuanto al proyecto relacionado con la IA en la toma de decisiones en situaciones extremas, donde el apoyo exterior es muy improbable, la tarea es asignada al teniente coronel médico y miembro experimentado del GMAM, Jorge Palop, destinado actualmente en el Hospital Militar de Zaragoza, y al capital psicólogo de la EMMOE, Óscar Restrepo.
Así, se han recogido datos biomédicos y psicológicos tanto en situaciones concretas medioambientales prolongadas en campamentos base como durante travesías y ascensiones exigentes desde el punto de vista psíquico y físico.
Además, se decide contratar a una productora de documentales especializada que pudiese vivir el reto con el GMAM y, posteriormente, compartirlo con la sociedad española.
Finalmente, el equipo expedicionario queda formado por el coronel Ayora, el sargento primero José G. Español (EMMOE), el cabo primero Francisco Borja Álvarez y el cabo Miguel Plans (Unidad de Servicios de Base Oroel, de Jaca), el cabo Jesús M. Gómez (Guardia Real) y el cámara civil Luis Miguel López, de la empresa Salomba Ventures, quienes salen rumbo al Campo de Hielo Sur de Chile el pasado 29 de octubre.
EVOLUCIÓN DE LA EXPEDICIÓN
Una vez en el país sudamericano, se ponen en manos de la hospitalidad y los apoyos que el Ejército chileno prepara para la expedición y se unen a los otros nueve militares con los que se iba a formar el grupo combinado.
El doctor en geografía, Javier del Valle, profesor del Centro Universitario de la Defensa de la Academia General Militar de Zaragoza, ha proporcionado de forma altruista una predicción meteorológica muy concreta y fiable que era trasmitida a la expedición vía satélite cada tarde.
Tras una semana de preparativos y cohesión, un helicóptero militar les dejó en el plató del Campo de Hielo Sur, donde permanecen doce días reconociendo el entorno y esperando una ventana de buen tiempo para poder acercarse al volcán Lautaro, ascenderlo y regresar por diferente ruta.
Con vientos de más de 100 kilómetros por hora y nevadas casi ininterrumpidas, esa ventana nunca llega y, con flexibilidad militar,se acuerda la extracción del grupo para buscar una alternativa que permitiese continuar con el proyecto, cumpliendo los objetivos asociados a la cima inicial.
Tras un rápido planeamiento de la nueva situación, se decide mirar a otra montaña menos azotada por las condiciones meteorológicas extremas, pero que mantuviese el nivel de exigencia técnica y laconsecución de su cima tuviese un prestigio similar.
El elegido fue el cerro San Lorenzo (3.706 metros). Para ello, es necesario aumentar la duración de la expedición en una semana y el apoyo adicional de un helicóptero militar.
Después de una exigente ascensión de 17 horas, en la que el grupo combinado hispano-chileno logra superar los 2.100 metros que le separaban del campo base, la tarde del 24 de noviembre, llegan ala cima del cerro San Lorenzo, de 3.706 metros de altitud, y bajan al campo base sin novedad, con lo que cumplen con todos los objetivos genéricos del proyecto de GNAM para 2023.
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