HUESCA, 19 (EUROPA PRESS)
La portavoz socialista en el Ayuntamiento de Huesca, Silvia Salazar, ha vuelto a ofrecer a la alcaldesa, Lorena Orduna, los diez votos de su grupo para aprobar los presupuestos de 2024, frente a los dos votos que representan el discurso “racista”, “xenófobo” y “retrógrado” de VOX.
En palabras de Salazar, la alcaldesa “se ha rendido a la ultraderecha” al sacar adelante las cuentas en la Comisión de Hacienda con los votos de VOX, pero ha afirmado que seguirá tendiendo la mano “hasta el mismo día del pleno de presupuestos”.
Ha explicado que Orduna “tendrá que explicar a los oscenses por qué ha aceptado la oferta de VOX” cuando los diez votos de los ediles del PSOE “hubieran representado mejor a la ciudad”. Por tanto, ahora “solo ella es la responsable de acabar con Periferias y reducir a la mínima expresión las ayudas para la cooperación al desarrollo”.
Frente a ello, ha remarcado que el PSOE “mantendrá su propuesta hasta el mismo viernes” para “continuar con un festival a la vanguardia de la cultura en nuestro país, seguir siendo una ciudad solidaria con quienes más lo necesitan y ayudar a las mujeres víctimas de violencia de género”.
Por su parte, el viceportavoz socialista, José María Romance, ha considerado “muy preocupante” que el PP prefiera “la política retrógrada y del blanco y negro, haciendo suyo el discurso de VOX”.
“El presupuesto que podrían apoyar 22 concejales representa mucho más a la ciudad de Huesca que el de los 14 que lo harán finalmente”, ha lamentado.
Romance ha asegurado también que “la Huesca moderna que Lorena Orduna vendía hace unos meses se torna en una ciudad gris, al albur de las decisiones de los dos concejales de VOX”. La alcaldesa, a su juicio, “se convierte en la ejecutora de sus propuestas”.
Además, ha señalado que el equipo de gobierno no ha aceptado ninguna de las propuestas del PSOE para mejorar Martínez de Velasco, completar los parques de San Martín y del Perpetuo Socorro, apostar por la gratuidad del autobús urbano o reducir la factura de la luz invirtiendo en eficiencia energética. “Nunca un sí había sido tan barato y había significado un desprecio tan grande”, ha concluido.
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