HUESCA, 16 (EUROPA PRESS)
La Fundación Franz Weber (FFW), una organización de Suiza, ha demandado este miércoles el cierre de la escuela taurina de Huesca –apoyada por el Gobierno de Aragón– para dar cumplimiento a una recomendación realizada por el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas en 2018.
En sus observaciones finales, el órgano de especialistas en protección y derechos de la infancia y la adolescencia solicitó a España “alejar” a los menores de edad de la tauromaquia, incluyendo su participación directa en este tipo de recintos o bien, como personas espectadoras en cualquiera de los eventos.
FFW es una fundación que aboga activamente por el mantenimiento de la naturaleza y de los paisajes, por una mayor biodiversidad y por mantener los hábitats naturales intactos. Según señala, los menores –con tan solo 14 años– ya pueden participar en “clases prácticas” de esta escuela donde ejercen “la tortura de bóvidos machos de corta edad, o bien hembras, integrándolos ya en un circuito donde se justifica el maltrato animal con un presunto interés tradicional o cultural”.
Para la fundación internacional resulta “preocupante” el uso que hace el Gobierno autonómico de los recursos públicos para promover “subvenciones para que jóvenes puedan maltratar animales y exponerse a riesgos de carácter médico-sanitario para perpetuar una actividad que recibe un importante rechazo de la ciudadanía”.
Por ello, la Fundación Franz Weber pide ‘liquidar’ a la estructura por su “nulo interés pedagógico y social”. Señalan que como formación no reglada, la escuela no ofrece una salida profesional “real ni digna”. Asimismo, con estos cursos se “aprende a normalizar la violencia hacia los animales”, ya que los alumnos “crean y ven las heridas provocadas sobre el bóvido, al mismo tiempo que los comportamientos y gestos asociados a un evidente sufrimiento y a la muerte violenta de los mismos”.
Desde FFW destacan, además, que la participación de los alumnos en diferentes convocatorias taurinas va acompañada de comentarios para reforzar de forma positiva lo que ocurre en la plaza de toros y que personas menores de edad pueden asumir como algo “normal y positivo”, “contribuyendo a la banalización de la violencia contra animales”.
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