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Una exposición conmemora la declaración como monumento nacional del Monasterio Alto de San Juan de la Peña

Lambán inaugura la muestra en el cenobio, donde el Gobierno de Aragón ha invertido casi 180.000 euros y prevé otros 40.000

JACA (HUESCA), 21 (EUROPA PRESS)

El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha inaugurado la exposición ‘Viajeros y fotógrafos en San Juan de la Peña 1840-1980’, que pretende conmemorar el centenario de la declaración del Monasterio Alto como monumento nacional.

La muestra, que recorre una historia gráfica de los dos últimos siglos de San Juan de la Peña, incluye una selección de fotografías que ayudan a entender las distintas restauraciones de los monasterios, la evolución del entorno, así como de las personas que lo han visitado y lo han defendido desde los tiempos de los viajeros románticos, ha precisado el Ejecutivo autonómico en una nota de prensa.

En total, se han seleccionado un centenar de fotografías y dibujos a partir de la investigación en archivos, bibliotecas y de 13 fototecas de toda España.

También ha sido muy valiosa la aportación de fotografías procedentes de archivos privados y coleccionistas particulares que han facilitado instantáneas muy importantes, la mayor parte desconocidas e inéditas.

La muestra ha sido producida por el Archivo Histórico Provincial de Huesca y cuenta con la colaboración de la Hermandad de San Juan de la Peña, la Fototeca de la Diputación Provincial de Huesca, el Grupo San Valero-Universidad San Jorge y la empresa pública Turismo de Aragón.

El catálogo de la exposición contiene, además de las fotografías de la exposición, diversos estudios que explican todo el proceso de recuperación del monumento y su entorno: la restauración de los dos monasterios y la evolución del paisaje, así como una selección de los principales fotógrafos que lo visitaron. Está coordinado por el comisario de la exposición, Juan José Generelo.

CONTENIDO

Los primeros elementos de la muestra son del año 1840, momento en el que se datan los primeros dibujos del oscense Valentín Carderera, que viajó al monasterio poco después de desamortizarse, y se extiende hasta el año 1980, cuando, ya iniciada la preautonomía aragonesa, la Diputación General de Aragón se hizo cargo del monumento y, paralelamente, se construyo la carretera actual, que facilitó el acceso a visitantes y turistas.

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Desde la Desamortización de Mendizábal, en 1836, el monasterio quedó, como tantos otros, abandonado a su suerte. Durante el siglo y medio siguiente, primero unos pocos viajeros románticos, después un selecto grupo de eruditos y, al fin, las instituciones locales, provinciales y nacionales fueron tomando conciencia de la necesidad de recuperarlo.

Esta exposición recoge en imágenes la historia de esta recuperación y trata de explicar ese largo proceso. No solo cuenta con obras de dibujantes de la talla de Carderera y Parcerisa, sino que incluye muchos de los maestros de la fotografía aragonesa y española de su época, entre los que cabe citar a Santiago Ramón y Cajal.

También hay arquitectos restauradores como Ricardo Magdalena, Francisco Íñiguez y Fernando Chueca. Todos tienen en común que pasaron por San Juan de la Peña y aportaron sus pinceles, sus cámaras o sus proyectos para enseñar, difundir o conservar el monumento.

CENTENARIO

En 2023, se cumple un siglo de la declaración del monasterio nuevo de San Juan de la Peña como monumento nacional, cenobio del siglo XVII y que fue abandonado hace casi dos siglos por los últimos monjes. Esta edificación está próxima al conocido como monasterio viejo, cuyos restos más antiguos se remontan al siglo X, y ambos forman un conjunto que es uno de los lugares más visitados de Aragón.

Lambán ha explicado que en los últimos años San Juan de la Peña ha concitado actuaciones por parte del Gobierno de Aragón, como la reinhumación de los restos del Panteón Real, la actualización de espacios como el museo, dedicado a un ilustre personaje tan vinculado a San Juan como el X Conde de Aranda, o la más reciente restauración de los capiteles del claustro.

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A lo largo de esta legislatura, el Gobierno de Aragón ha invertido cerca de 180.000 euros en diferentes conceptos, tanto de protección, conservación y restauración del patrimonio cultural, como en la adecuación de la sala-museo del monasterio viejo, que se inauguró con la visita de los Reyes en 2020.

Además, está previsto que en 2023 se inviertan otros 40.000 euros para reparar las cubiertas y la red metálica que protege la peña. Entre las actuaciones acometidas destaca la última, que ha consistido en la restauración de las arquerías del claustro de San Juan de la Peña.

De esta manera, el Gobierno de Aragón reafirma su apuesta por la recuperación de los panteones reales de Aragón, en torno a los cuales se quiere crear un itinerario turístico.

ACTUACIONES EN EL CLAUSTRO

Las actuaciones en el claustro, que data del siglo XII, han consistido en la instalación de los medios auxiliares necesarios para poder realizar todas las labores de documentación y analítica previas y, posteriormente, poder aplicar todos los tratamientos de conservación y restauración requeridos tanto por el soporte pétreo como por el remate de madera del conjunto.

“Todo esfuerzo es poco para hacer brillar esta maravilla de nuestra historia y nuestro patrimonio, que nos conmueve y nos embelesa. Ahora hablamos de un proyecto cultural con vocación de permanencia”, que surge acompañando a una exposición fotográfica, “con la intención de ofrecer nuevo y actualizado contenido al Monasterio y su historia reciente”, ha afirmado Lambán. MONASTERIO DE SAN JUAN DE LA PEÑA

San Juan de la Peña es uno de los monasterios más emblemáticos de Aragón, construido en fases sucesivas a partir de un núcleo prerrománico de comienzos del siglo X, que pudo servir como refugio de eremitas o para acoger a una pequeña comunidad monástica. De esa época, se conserva la llamada iglesia baja, excavada en la roca y decorada con pinturas murales románicas.

Ya del siglo XI, momento de esplendor del cenobio tras pasar a depender de la Orden Cluniacense, parecen ser la ampliación de las naves de la iglesia inferior, así como la construcción de la denominada sala de los concilios y la necrópolis real, donde se enterraron algunos de los primeros monarcas aragoneses.

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Este monumento, cuyos muros se han considerado por la tradición como testigo de los orígenes del Reino de Aragón, fue parada habitual de la vía francesa del Camino de Santiago y lugar de leyendas, entre las que destaca la que vincula este ámbito con el Santo Grial.

CLAUSTRO

El claustro, debido a su gran interés histórico-artístico, ha sido uno de los espacios más estudiados del monasterio y objeto de numerosas publicaciones y de un intenso debate historiográfico.

La opción más admitida actualmente es que se ejecutó una primera fase a principios del siglo XII, obra de un maestro o taller no identificado, que sería el autor de los capiteles con representaciones vegetales entrelazadas y de animales fantásticos afrontados.

Por su parte, la segunda fase, de finales del siglo XII o incluso principios del siglo XIII, correspondería al denominado Maestro de Agüero o de San Juan de la Peña, de cuyo taller saldrían los capiteles caracterizados por la presencia de expresivas figuras con los ojos almendrados y abultados y ropajes con pliegues muy marcados a través de grandes incisiones concéntricas.

Además, en estos capiteles existen una serie de temas y detalles iconográficos que se repiten en la prolífica obra de este taller, extendida por la parte occidental de la provincia de Huesca, las Cinco Villas zaragozanas e incluso Navarra, que definen su personalidad artística.

Actualmente, solo conserva en pie las arquerías de dos de sus frentes –norte y oeste–, mientras que las otras dos arquerías desparecieron casi en su totalidad tras un mencionado incendio, siendo ahora el lugar en el que se ubican algunos capiteles, fustes y basas recuperados y colocados de manera arbitraria.


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