BISCARRUÉS (HUESCA), 15 (EUROPA PRESS)
El Monumento de Biscarrués está cumpliendo la función litúrgica para la que fue construido en el siglo XVIII y ya ha recibido los primeros turistas que lo aprecian y califican de forma “muy positiva”.
Los visitantes, además, de admirar la originalidad de esta pintura popular, también quiere descubrir el sentir y la religiosidad popular, en el silencio, la devoción y la oración y tanto el Jueves Santo como el Viernes Santo son días muy especiales para visitarlo.
El Monumento de Semana Santa de Biscarrués es uno de los pocos supervivientes de este arte popular del siglo XVIII en Aragón. Esta localidad altoaragonesa alberga uno de los pocos Monumentos de Semana Santa que ha sobrevivido en la Comunidad Autónoma de Aragón.
Este gran monumento eucarístico, que es muestra de arquitectura efímera y del arte popular del siglo XVIII, se coloca en el interior de la parroquial en estos días para albergar el Sagrario.
SENTIDO RELIGIOSO
Veintitrés lienzos componen este espectacular templete que representa el tiempo en que El Salvador –Jesucristo– sufrió la pasión en manos de los hombres.
Ls visitantes “son comprensivos” cuando vienen en los dos días, en que el uso es litúrgico, y el horario de culto, y su visita al Monumento con visita guiada tiene que retrasarse. Los turistas aprovechan la ocasión para descubrir el verdadero sentido de este Monumento que mantiene su función religiosa viva, ha indicado el Ayuntamiento de Biscarrués en una nota de prensa.
Asimismo, las cabelleras ya están puestas y las mujeres hacen las velas, por parejas y cada media hora, para acompañar al Santísimo. Es una tradición que se vive con “emoción y orgullo”.
El Monumento de Semana Santa de Biscarrués se está consolidando como una oferta turística, cultural y religiosa en la Comunidad Autónoma de Aragón.
MÁS OFERTA CULTURAL Y TURÍSTICA
Puede visitarse toda la Semana Santa, el sábado 23 de abril y los domingos 1 y 8 de mayo. El horario de mañanas es de 11.00 a 13.30 horas y por las tardes de 17.00 a 20.00 horas. Para concertar visitas fuera de este horario se puede llamar al teléfono al 606340951.
Se han programado visitas guiadas al Monumento de Semana Santa y Ruta de la Piedra por la localidad que tienen como punto de encuentro la Iglesia Parroquial a las 12.00 y 17.00 horas.
Combinado con este Monumento se ha mostrado también “La Ruta de la Piedra” y el Sendero Botánico- arboleda singular. De esta forma Biscarrués, pueblo prepirenaico situado en la comarca de la Hoya de Huesca, en la margen izquierda del Río Gállego, “está sabiendo aprovechar su patrimonio y reconvertirlo en un producto turístico”, han agregado las citadas fuentes.
ARQUITECTURA EFÍMERA
Este gran monumento eucarístico, muestra de arquitectura efímera y del arte popular del siglo XVIII, se coloca en el interior de la parroquial en Semana Santa para albergar el Sagrario.
Esta obra singular está formada por veintitrés lienzos y un sagrario, que componen un espectacular templete montado durante decenas de años en los días de la Semana Santa.
Su primer arco abre el camino y a lo largo de las siguientes escenas se recorre la pasión de Cristo, hasta la llegada a Dios padre, esperando a las puertas del cielo. Representa el tiempo en que el Salvador sufrió la pasión en manos de los hombres para culminar con un mensaje de esperanza.
Tal como marca la tradición este monumento se usaba únicamente para guardar el cuerpo de Cristo tras la eucaristía del Jueves Santo y ante él se mantiene la tradición de velar hasta el Viernes Santo. Para adornarlo aun se colocan las cabelleras largas de plantas de trigo banco crecidas en bodegas en señal de luto. Otra tradición que se mantiene es poner la cabeza dentro de la arqueta tras la misa del Viernes Santo y rezar unas oraciones con la creencia de que por haber sido un lugar sagrado cura los dolores de cabeza.
Desde el Ayuntamiento de Biscarrués recomiendan la visita porque es un patrimonio histórico muy escaso, ya que es uno de los pocos Monumentos de Semana Santa que han logrado sobrevivir. Es una original muestra del arte popular plasmada en grandes dimensiones.
Como patrimonio cultural es un legado que muestra una forma de entender la religión y su práctica; además es un patrimonio vital por ser un lugar de oración, reflexión y encuentro.
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