
El Juzgado de Instrucción número 4 de Zaragoza está llevando a cabo una investigación sobre los acontecimientos ocurridos recientemente en el centro penitenciario de Zuera, donde una funcionaria de prisiones se vio obligada a encerrarse con llave en una habitación cuando un recluso, armado con unas tijeras, intentó agredirla sexualmente.
Según el relato de la víctima, el preso le dijo: “Qué ganas tenía de hacerlo, llevo todo el día deseándolo”, mientras la sujetaba con fuerza por la cintura. La reacción inesperada del recluso tomó por sorpresa a la mujer, quien logró zafarse de su agresor después de un angustioso forcejeo y buscar refugio en la oficina del taller.
El agresor, lejos de conformarse con sus acciones anteriores, empujó con fuerza la puerta de la habitación en un intento de entrar y continuar con su ataque. Esta situación aumentó la angustia de la funcionaria, quien tuvo que activar la alarma y solicitar ayuda urgente a sus compañeros.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 16:30 horas en el taller número 1 de la prisión de Zuera, donde el presunto agresor, identificado como Moisés S. P., estaba trabajando ese día. Según la denunciante, el recluso había mostrado una actitud muy inusual por la mañana, merodeando constantemente a su alrededor. La situación llegó al punto en que la mujer tuvo que ordenarle que se marchara y regresara a su puesto de trabajo.
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